martes, 23 de febrero de 2010

Relatos de una noche de truenos.

Pestañee, era la hora de ir a dormir, mire a la habitacion como quien acaba de despertar a las 6 de la tarde en invierno, sientiendo ese dolor de no haber visto la luz del sol, sintiendo que he perdido el dia. Habia dos camas en la habitacion, no separadas por mucho mas de 20 centimetros, pero sentia igualmente que era un mundo de distancia, ella estava lejos, con su morena piel y su pelo carbon con todavia algo de candela roja. La mire y me sonrio.

-Buenas noches
-Buenas noches cari-me respondio mientras todavia sonreia-Que descanses

En ese instante se fue hacia mi y me dio un beso en la mejilla y de nuevo sonrio. Yo normalmente nisiquiera miro a la cara a la gente, pero aquella sonrisa me atraia, no era amor, simplemente era preciosa...No pude evitar decirle:

-Si quieres-le dije entre valbuceos-Puedes venir a esta cama cuando quieras.
-Me lo pensare.

Me volvio a sonreir...Jodida sonrisa, me estava matando, no podia parar de verla, nisiquiera cuando cerraba los ojos.

Estava tumbado, pensando en mis cosas, escuchando levemente la musica y el mullir de sus sabanas mientras se movia y hacia ruiditos con la boca, aquellos sonidos eran como espinas, estava tan concentrado en evadir todo aquello que no me di cuenta de que algo se estava moviendo en mi cama, era ella, con su sonria, tenia frio dentro y fuera de si. Me cojio el brazo y se arropo con el. Yo no pude salvo abrazarla y ver como lo que antes sentia como espinas no eran mas que la punta de los puñales que ahora se me clavavan y apenas me dejaban respirar. Recuerdo el holor de su pelo y su suave tacto, me encantaba aquello. Ella se acurruco a mi y su boca dibujo un leve suspiro, en ese instante yo le dije de nuevo buenas noches y le bese el pelo, ella decidio emprender represalias y sin darme tiempo empezo con ello, cuando quise darme cuenta nuestras bocas estavan en una batalla en la cual habia dos espadachines entre el gentio de guerreros rasos. Tambien recuerdo como mis manos recorrian su cuerpo aplicando la ley de tierra quemada a su paso, siendo crueles guerreros que se deleitavan con los gritos del pueblo que salian atraves de su boca. Ella se coloco encima mia y vi como se doblaba hacia atras, parecia que iba a partirse la espalda, vi como una fuerte luz ilumino su cuerpo, 12 segundos despues, se escucho de nuevo un rayo, asustado mire hacia arriba, nada de aquello era verdad...Mi ejercito fue derrotado por una sola ondanada de cañones...Una vez mas, perdi. Una noche mas, dormia solo.

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