dos hombres nos sentamos en una mesa:
-Deberias de medir tus palabras
-¿que vas a hacerme?-le respondi-
-puedo joderte la existencia
-¿y como lo harias?
-ya me buscare algo
-no puede joder a alguien que no tiene absolutamente nada que perder
En ese instante el cerro la boca y solo la abrio para seguir comiendo mientras la victoria dibujaba una sonria en mi cara, apenas apreciable, pero lo suficiente como para destrozar a mi enemigo...
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una buena respuesta, si señor.
ResponderEliminar